Cirugía
Oral en Reus
La cirugía oral es la parte de la odontología que se ocupa del diagnóstico y tratamiento quirúrgico de las enfermedades, anomalías y lesiones de los dientes, la boca, los maxilares y los tejidos continuos.
Cirugía Oral en Reus
La cirugía oral es la parte de la odontología que se ocupa del diagnóstico y tratamiento quirúrgico de las enfermedades, anomalías y lesiones de los dientes, la boca, los maxilares y los tejidos continuos.
La cirugía oral es el área que se encarga de realizar extracción de piezas dentales, extracción de muelas del juicio, extirpación de quistes o lesiones, fenestraciones apicectomías etc..
En Clínica Dental Monterols contamos con odontólogos especializados en cirugía oral y con la experiencia necesaria para realizar este tipo de intervenciones. Las manos del profesional, la experiencia y la precisión hacen a un buen cirujano y nosotros sabemos que pones tu confianza y salud en nuestras manos. Contamos con la mejor preparación y equipo para acompañarte y cuidarte durante este tipo de tratamientos.
Nuestros
Tratamientos
de Cirugía
Oral
Es una técnica en la que intervienen el cirujano y el ortodoncista. El primero se encarga de abrir una ventana en la encía (fenestrar) y eliminar el hueso y la encía que impiden la erupción del diente. A continuación el ortodoncista colocará un bracket en el diente incluido para tirar progresivamente hasta que éste ocupe su lugar en la arcada dental
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Cuando se realiza una intervención quirúrgica se produce una manipulación de la encía y, a veces, del hueso, por lo que es habitual la existencia de inflamación de variable intensidad. No hay que alarmarse, ya que habitualmente desaparecerá.
Consejos que podemos seguir después de una cirugía oral:
- Presionamos la gasa que hemos colocado después de la cirugía durante 30 minutos.
- Durante las 24 horas posteriores no debemos enjuagar la boca ni escupir, ya que podría generar sangrado en la herida.
- Si se produce sangrado en la zona de la intervención, no hay que alarmarse. Es importante no escupir, ni enjuagar la boca, ya que evitaríamos que se formara el coágulo y prolongaría la hemorragia.
- Aconsejamos una dieta semi-blanda y templada, ya que esto disminuirá la sensación dolorosa.
- Es aconsejable poner hielo en la zona intervenida manteniéndolo con intervalos de 5-10 minutos durante las 2-3 primeras horas de la intervención.
- A partir de las 24 horas, podemos empezar a cepillar los dientes. En esta zona, la higiene se debe realizar con un cepillo quirúrgico blando. Posteriormente, y durante 2-3 veces al día, se puede aplicar hielo o spray de clorhexidina para prevenir infecciones y facilitar la cicatrización
- No se debe fumar posteriormente a la intervención, ya que retrasa la cicatrización y facilita la aparición de las infecciones.
- Por último es aconsejable seguir el tratamiento médico prescrito.
Las muelas del juicio son los últimos molares que se forman e intentan erupcionar y situarse en la boca. Debido a la evolución del ser humano, nuestros maxilares han ido reduciendo el tamaño, manteniéndose el tamaño de los dientes. Así pues, cuando los cordales intentan salir, no encuentran espacio suficiente y quedan retenidos o impactados contra los dientes vecinos. Esto genera problemas como quistes, reabsorción de dientes vecinos, apiñamiento dental, etc. Por eso es importante retirar las muelas del juicio y evitar estos problemas.
Cuando un diente está incluido y no puede salir por sí solo y colocarse en su situación normal en la boca, podemos realizar un tratamiento combinado de cirugía y ortodoncia. Mediante la ortodoncia podemos crear el espacio necesario para ubicar la pieza, y mediante la fenestración dentaria haremos una pequeña ventana que facilitará la exposición del diente y permitirá colocar un aditamento de tracción ortodóncica para ir paulatinamente tirando de este. Es muy habitual realizar este tratamiento en caninos incluidos.
En la boca existen unas bandas de tejido fibroso y muscular que reciben el nombre de frenillo (frenillo lingual, labial y vestibular). Según la longitud, el grosor y la zona de inserción del frenillo, pueden generarse problemas en la pronunciación, aparición de recesiones gingivales, espacios entre los dientes (diastemas) o dificultad para insertar las prótesis removibles. Por eso, es necesario eliminar quirúrgicamente estas bandas de tejido. Esta cirugía puede realizarse con anestesia local.